Ya van Rucio y Rocinante
por los caminos rodando
y el Teatro llevan a lomo
en su trotar trepidante.

Rocinante va contento
y Rucio muy entusiasmado
con sus sendos escenarios
por parajes mexicanos.

“¡Rucio, amigo!”. “¡Rocinante,
mi cómplice temerario!”
Piropos se van mentando.

¡Compañeros de combate,
Rocinante y Rucio, heraldos
del magno Teatro y del Arte!

lunes, 7 de noviembre de 2011

Vestuarios, a plena calle...


...en Tócuaro, Michoacán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta y Participa